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¿Pacto de impunidad o reconocimiento a las víctimas? La narrativa de Bukele sobre los acuerdos de paz que desata otra polémica en El Salvador

¿Pacto de impunidad o reconocimiento a las víctimas? La narrativa de Bukele sobre los acuerdos de paz que desata otra polémica en El Salvador

Pese a la emisión de un decreto que pone fin a la conmemoración de los acuerdos alcanzados en 1992, el domingo hubo marchas en el país centroamericano.

En El Salvador se ha generado una nuevo polémica en torno a la administración de Nayib Bukele. En esta oportunidad, tiene que ver con los acuerdos de paz firmados en 1992, que pusieron fin a 12 años de guerra civil en el país.

El 16 de enero de 1992, el Gobierno de El Salvador –entonces en manos de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena)– y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) firmaron en México los denominados ‘Acuerdos de Paz de Chapultepec’, con los que se daba por terminado el conflicto armado, que dejó alrededor de 75.000 muertos.

Entonces, mediante decreto, se declaró el 16 de enero como Día de la Paz; y 14 años más tarde, el documento fue reformado, por lo que en 2006 se cambió su denominación a Día Nacional de la Paz.

Mauricio Ernesto Vargas abraza a Schafik Handel tras la firma de los Acuerdos de Paz, 16 de enero de 1992Joe Cavaretta / AP

La semana pasada, concretamente el 11 de enero, cuando se acercaba el 30 aniversario de la firma de los acuerdos, hubo un nuevo cambio en relación con esta fecha. La Asamblea Legislativa, dominada por el partido Nuevas Ideas de Bukele, aprobó un nuevo decreto mediante el cual declaran el 16 de enero como Día de las Víctimas del Conflicto Armado.

Con ello, además, se derogaron los dos decretos aprobados en las anteriores legislaturas y, por ende, se anuló la conmemoración de la fecha en que se firmaron los acuerdos de paz.

Ernesto Castro, presidente de la Asamblea Legislativa, del partido Nuevas Ideas, señaló que el objetivo de este cambio «es recordar a las víctimas» y «no a los firmantes de los acuerdos de paz». «Ese día se debe reconocer a los padres, madres e hijos que no han encontrado ni la verdad ni la justicia para sus familiares», comentó.

¿Un pacto?

La bancada parlamentaria de Nuevas Ideas insistió en que los acuerdos de paz no fueron más que un pacto político entre Arena y el FMLN, una especie de amnistía en la que pactaron que ninguno pagaría por su actos.

Christian Guevara, jefe de la fracción parlamentaria oficialista, en una entrevista televisiva ese mismo 11 de enero, señaló que los acuerdos de paz «implicaron un pacto de impunidad entre los victimarios. Los dirigentes de Arena y del FMLN se ponían un candado y ellos mismos se perdonaban sus pecados».

«En la práctica, estos acuerdos se usaron para dividir al país a conveniencia de ellos, dejando en el olvido al pueblo», señaló, por su parte, el legislador Bladimir Barahona.

El nuevo documento fue sancionado por Bukele el domingo, informó la Casa Presidencial, que publicó un comunicado del mandatario. «Con este decreto estamos haciendo justicia histórica, honrando a las víctimas de un conflicto armado que solo representó la muerte y dolor de cientos de miles de salvadoreños», afirmó el presidente.

El mandatario manifestó que esos acuerdos «no fueron más que una repartición del botín por parte de los dos bandos involucrados».

Además, a través de su cuenta en Twitter, el mandatario desafió a quienes decidieron conmemorar el 30 aniversario de la firma de los documentos que pusieron fin al conflicto armado.

«Los que quieran celebrar ese acuerdo espurio, háganlo, este es un país libre; pero ya no será una fiesta nacional. Y a los de la Comunidad Internacional que casi demandan su celebración: no se metan. Nosotros no cuestionamos por qué ustedes no celebran partes de su historia», escribió.

¿Qué se acordó en 1992?

El crítico, editor literario e investigador salvadoreño Carlos Cañas Dinarte indica que los acuerdos de paz en el Salvador «tenían como meta finalizar la guerra, reducir a la Fuerza Armada y ponerla bajo mando civil, transformar al FMLN en partido sin armas y evitar las graves violaciones a derechos humanos».

De acuerdo con el investigador, «eso fue lo acordado y cumplido» bajo la vigilancia de la misión de Observadores de las Naciones Unidas en El Salvador (ONUSAL).

La Red Salvadoreña de Defensoras de Derechos Humanos manifiesta, por su parte, que la firma de esos acuerdos significó «un punto de partida para la construcción de una sociedad justa y democrática».

Señalan que pretender «borrar» el día de los acuerdos de paz y convertirlo en el día de las víctimas, «es en sí mismo, negar a las víctimas, es una manipulación y un irrespeto a su memoria».

El domingo también se pronunció el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, quien dijo que la organización que dirige «se enorgullece de haber ayudado a los salvadoreños a allanar el camino hacia la paz» y que esta «se debe proteger y construir cada día».

Un día de protestas

Pese a los dichos de Bukele y la medida adoptada por la Asamblea Legislativa, cientos de personas marcharon en San Salvador el domingo para conmemorar el 30 aniversario de los acuerdos de paz. La movilización partió de dos puntos, el parque Cuscatlán y el Instituto Nacional de los Deportes (Indes), y terminó con una concentración en la plaza Gerardo Barrios, en el centro histórico de San Salvador, donde los organizadores realizaron un evento cultural.

La protesta estuvo encabezada por madres de personas desaparecidas durante el conflicto armado, pero también hubo excombatientes de la guerrilla del FMLN, veteranos del Ejército, víctimas de las violaciones de derechos humanos, miembros de organizaciones sociales, entre otros.

Protesta en el 30 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz, en San Salvador, 16 de enero de 2022Emerson Flores / APHOTOGRAFIA / Gettyimages.ru

Una de las madres de desaparecidos en el conflicto armador leyó públicamente un documento, en el que llaman a respetar la conmemoración de la firma de los acuerdos.

«Hace tres décadas elegimos el sendero de la democracia, de respeto a los derechos humanos, no queremos ni vamos a aceptar vivir en una dictadura, queremos vivir en paz», criticó.

Además, los manifestantes portaron carteles en los que se leía «Ningún decreto borrará nuestra memoria», «Ningún dictador borrará nuestra memoria», «La historia se construye, no se borra con decretos», entre otros mensajes.

La manifestación, aunque multitudinaria, no concentró a la misma cantidad de personas que en ocasiones anteriores. Defensores de derechos humanos denunciaron desde el día previo que las autoridades instalaron retenes militares en las vías de acceso a la capital salvadoreña, para impedir que algunos grupos llegaran.

Otros motivos para marchar

En la jornada de protesta, la cuarta gran movilización en contra del Gobierno desde que iniciaron este tipo de actividades el 15 de septiembre pasado, no solo se conmemoró la firma de los acuerdos de paz, sino que sus participantes expresaron su descontento con diversas políticas de la administración de Bukele.

En algunas pancartas que portaban los manifestantes se podía leer: «Devuélvannos a El Salvador», «La PNC (Policía Nacional Civil) y la FA (Fuerza Armada) no nos cuidan», «Quiero vivir sin miedo», «No quiero desaparecer, exigimos seguridad», «Amo a mi país, pero me avergüenza el Gobierno», «Aunque nos espíen no nos callan», entre otros.

También participaron familiares de presos políticos para exigir libertad de sus allegados, a quienes consideran que se les ha encarcelado sin garantías judiciales.

Baja en el FMLN

Durante la movilización y mediante una carta, citada por La Prensa Gráfica, Atilio Montalvo, exdirigente y fundador del FMLN, anunció su salida de la dirección de la formación política, al considerar que esta tiene una «visión arcaica» de la realidad política de El Salvador.

Dijo que el FMLN, del que el propio Bukele formó parte entre 2012 y 2017, está «atrapado en una disputa de intereses» y que «hay dirigentes y militantes que aspiran a conciliar con la actual dictadura».

«Hay dirigentes y militantes que vienen repitiendo un discurso desde que se expulsó a Bukele del FMLN, de que eso fue un error; lo otro es que si ellos tenían diputados en la Asamblea Legislativa, (que) iban a tratar de tender puentes y de conciliar; y de las últimas que han tratado de insinuar es que estas marchas, que son legítimas del movimiento popular, son financiadas por EE.UU.», criticó Montalvo.

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